En siete meses en Chile me he acostumbrado a muchas cosas: al ritmo de la vida, el lenguaje, la comida, la ciudad... pero hay algo a lo que creo que nunca nunca me acostumbraré y de hecho, espero que así sea.
Fue lo primero que me llamó la atención cuando salí a pasear por las calles de Santiago, recién llegada de España.
Había cientos de perros callejeros por todas partes. Casi todos perros grandes, algunos tumbados al sol, otros buscando comida en los basureros y otros simplemente paseando por las calles.
Perros callejeros, o perros "vagos" como son llamados en Chile |
Recuerdo perfectamente que pensaba que había pasado algo: "madre mía, estos perros se han escapado de alguna protectora de animales...". Ojalá hubiese sido eso, pero no. Son perros sin hogar, la mayoría, un día tuvieron una familia siendo cachorritos y fueron cruelmente abandonados cuando crecieron, otros muchos, nacen en las calles y son prácticamente salvajes.
También recuerdo que debido a mi cara de espanto, me dijeron "tranquila, acá es normal, tú piensa que son palomas..." ¡¿Palomas?! ¡¡son perros por favor!!
Para que os hagáis una idea, Chile tiene 17 millones de habitantes y se estima que hay más de 4 millones de perros callejeros por todo el país.
Estos perros chilenos viven adaptados al medio. Cruzan por los pasos de peatones, beben agua de las fuentes públicas, incluso una vez vi a uno coger un autobús (no es coña, no sé a dónde iba pero se subió por la puerta de atrás y ahí se quedó, como esperando su parada....). No es tan extraño. Hace poco leí, que los perros callejeros de Moscú viven totalmente adaptados al ritmo de la ciudad y que muchos perros deambulan y duermen en los vagones del metro, donde se cobijan del frío y la nieve.
Perro callejero en el metro de Moscú |
Por algún extraño motivo, los perros chilenos son amigos de los "Pacos" (pacos = carabineros). Si ves a algún agente dirigiendo el tráfico, es muy probable que tenga cerca un par de perros callejeros.
Igual que tienen amigos, tienen enemigos: los coches. En especial los taxis. Odian los taxis, se tiran a las ruedas a matarlas, ladran y aúllan como locos cuando un taxi se cruza por su camino. Me imagino que tendrán sus motivos, lamentablemente.
No son agresivos, aunque no debemos olvidar que muchos de ellos han sido maltratados y tienen miedo de los humanos y ante el miedo, no sabemos cómo pueden reaccionar. Se dan casos de ataques y hay que tener cuidado con las enfermedades que pueden transmitir.
Estamos en junio y comienza a hacer frío. Esta mañana llovió, salí de mi casa y en el portal vi a un perrito acurrucado, empapado y temblando de frío. Se me parte el alma. ¡¿¿Cómo voy a imaginar que son palomas, joder??! (con todo mi respeto hacia las palomas...)
Existen buenas personas que alimentan y se preocupan de los perros. Hace poco vi a uno con bufanda. Es muy común verles abrigados con ropa de perros.
Perrito a la última moda |
En Chile, esta población de perros se ve como un problema para la salud pública. Las campañas de esterilización no han conseguido los resultados que esperaban. Apenas existen protectoras de animales y las que hay, además de estar repletas, son de iniciativa privada.
El problema sigue ahí y va a seguir si no se pone freno. La solución es lenta pero es la única efectiva a largo plazo.
Hablo del exterminio... de la ignorancia. El exterminio del desconocimiento y la inconsciencia. Se necesita educar para poner fin al problema. Hasta que no se produzca una concienciación masiva de los ciudadanos, el problema seguirá ahí.
Para mi, sin querer ofender a nadie, esta es la cara más negativa de Chile.
Lo cierto es que cuesta pensar que los perros viven "solos" en la ciudad, aunque me consuela saber que la gente allí les da comida e intenta ayudar. ¡Saludos!
ResponderEliminarEs triste...pero también es cierto que a diferencia de los países europeos, nortemaericanos, o asiáticos, aquí está prohibido a para las municipalidades darles muerte...
ResponderEliminarCon respecto al perrito que viste mojado y muerto de frío que hiciste?? lo ayudaste...
ResponderEliminarAl perrito en cuestión le conozco porque siempre está rondando por mi portal. Le bajo comida casi a diario, igual que hacen muchos chilenos con otros perros. Vivo en un departamento de 28 metros cuadrados con un gato... No puedo hacer mucho más que denunciar y aportar mi granito de arena
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